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¿Están las empresas cambiando las reglas?

Foto del escritor: Víctor Gómez AdánVíctor Gómez Adán

Hace ya algún tiempo que las cosas profesionalmente han cambiado, hemos dejado de lado los "si, mi amo” por delante, agachando la cabeza y siendo siempre ovejas de un rebaño que iba siguiendo al líder. Ahora, tod@s somos altavoces, tod@s colaboramos y tod@s tenemos voz y voto en un mundo cada vez más comprometido con la calidad humana profesional.

En nuestro trabajo y día a día, la motivación que generamos, es la que debemos de trasladar al equipo. Esto lo conseguimos con un trabajo organizado, metódico y de calidad humana.

Esta motivación, entra dentro de lo que se llama ahora “salario emocional”, un término de moda, que circula por las redes y que engloba una serie de pautas y de "virtudes" que nos hacen más felices en nuestro trabajo y que complementan nuestros salarios económicos.

Si os soy sincero, estos términos de moda no me gustan, pienso que son oportunistas y se suman al carro muchas iniciativas y muchas organizaciones en forma de venta de humo, que "propagan" como que son muy molonas, pero luego en el día a día, trabajan como la peor de las cárnicas. Si este tipo de cosas se usaran como es debido, quizá mi opinión cambiase, pero de momento...es lo que hay.

A nivel de concepto, no hay mucho más que destacar, tod@s, creo que lo manejamos y lo entendemos. Simplemente es sentirte valorado, motivado, integrado y feliz dentro de un equipo de trabajo o dentro de la propia empresa. Esto generará que tu salario económico esté complementado con este tipo de cosas y que serás más feliz. Hasta ahí, la cosa pinta bien, siempre y cuando nuestro salario económico esté acorde a algo así.

No me vale que me paguen la mitad, si hay fruta en la oficina o hacen 4 fiestecillas al año. Exigir siempre lo que es vuestro y que no os camelen con vulgaridades. Es mejor que la fruta os la compréis de vuestro bolsillo, que no que os pongan 3 manzanas en una bonita caja (que oye, tampoco digo que tengamos que escupirlas, son detalles bonitos y que marcan la diferencia, pero deben de ser complementos gratuitos a algo bueno, no excusas para darte menos por ello).

Una vez que conocemos ese concepto a nivel empresarial, también debemos de implantarlo e integrarlo en nuestros equipos de trabajo, pero tocando la calidad humana. Esto si que es algo que debe de ser gratuito y de cumplimiento obligatorio. Si no hay calidad humana, el resto de cosas no valen de nada.

Tenemos que tener en cuenta que, en ámbitos de trabajo, en la mayoría de los casos, nos pasamos más tiempo con nuestros compañeros que con la propia familia y esto debe de crear una serie de vínculos amistosos y positivos. En mi caso, honestamente, os puedo decir que he hecho muy buenos amigos que mantengo actualmente a lo largo de muchos años y también he perdido amistades y contacto con muy buenas personas por malentendidos o discusiones que podían haberse evitado, desde aquí y si leen estas líneas, les pido disculpas profundamente.

En muchos casos, estos encontronazos son a causa de stress o de malos proyectos que se han vendido desde las empresas y causan que la calidad humana que debe de existir baje considerablemente y repercuta en las propias personas, algo que toda compañía debe de evitar a costa de todo. Es mejor ganar algunos miles de euros menos que hacer que las personas se acaben marchando porque no quieren trabajar en un sitio falso y con un halo de negatividad y de sobre esfuerzo inhumano.

Cuando tenemos claros esos términos y esas situaciones, debemos de comenzar a pensar en nuestr@s compañer@s y buscar un equilibrio emocional y profesional para que todo funcione como debe. Aquí os dejo tres puntos que pueden funcionar:

Lo primero, es la confianza. Hay una frase muy buena que dijo Steve Jobs: “contratamos a gente para que nos diga como hacer las cosas, no para decirles lo que tienen que hacer”. Confía en tu equipo y en las personas, no vayas detrás de ellas constantemente y, sobre todo, no seas un dictador y el manda más de turno diciendo a todos lo que deben de hacer y como lo deben de hacer. Me ha pasado en más de una ocasión, que personas totalmente ajenas al mundo de la calidad me decían como hacer ciertas cosas y luego acababan con la frase: "a ver, que yo no tengo ni idea de esto, pero es lo que hay que hacer". Muy bien...si no tienes ni idea, deja trabajar a los que de verdad saben de una cosa en concreto y estoy seguro, que todo irá mejor. Luego al poco tiempo, te enteras de como les va y te das cuenta de quien tenía la razón. Si yo contrato a alguien para que trabaje conmigo, es para que haga las cosas como sabe hacerlas y que me enseñe y siga aprendiendo, no para decirle, constantemente, como hacerlas. No somos sus padres, si se equivocan, tendremos que aprender todos a solucionarlo. Nunca infravaloremos a nadie porque sea más joven o porque nosotros pensemos que llevamos mucho más tiempo...a veces, estamos más que oxidados.

Lo segundo, es la autogestión. Una cosa es ser el líder de un área o equipo y marcar el camino con unas pautas o recomendaciones y otra cosa es montar a la gente en un carrito y llevarlos a cuestas. Os puedo decir que todas las personas son auto gestionables. Solo hay que estudiarlas y saber que puntos tocar para que lo hagan. He visto crecer de una manera exponencial a personas que tenía en mis equipos, que llegaron de prácticas o siendo perfiles junior y ahora tienen unos perfiles envidiables y que están partiéndolo en el mundillo de las pruebas o del desarrollo. En base a esto, os puedo decir que hay mecanismos de ayuda como los paneles visuales de ciertas herramientas, ya sea Jira o TFS, el uso de post-it o herramientas como wunderlist, que tienen un punto sencillo pero valioso a nivel organizativo.

Lo tercero, es ser proactivo. Si una persona está motivada, contenta y tira del carro por si misma, es una persona que llegará lejos. No tenemos que esperar a recibir ordenes constantemente, sino que tenemos que ser capaces de anticiparnos, crear y movernos por nuestro propio pie, y si donde estamos, no nos dejan, ese, amig@, no es tu sitio (huye rápido y no mires atrás).

Ya quedan lejos aquellos patriarcados con olor a naftalina. Muchas son las empresas que adoptan nuevas formas de trabajo, incluyen salarios emocionales (reales) y que tienen por bandera una calidad humana que cuidan y transmiten de forma veraz y positiva. somos una generación que debe de crear nuevos horizontes, no sumarnos al carro de grandes corporaciones especialistas en creación, fabricación e implantación de grandes nubes de humo, encubiertas por sonrisa, buen rollo y fotos chulas en Instagram.

Abramos los ojos, hagamos comunidad, apoyemos a las personas y trabajemos juntos para que nuestro futuro y el de nuestr@s hij@s sea algo por lo que merezca la pena luchar.

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