Es más que probable que hayas oído hablar del gran crecimiento que ha experimentado China en la última década.
Pues bien, China entraría dentro de los que están considerados como países emergentes. Son economías que todavía no han alcanzado su madurez y se encuentran en fase de desarrollo y, por consiguiente, de crecimiento de su economía.
Los países emergentes están cargados de oportunidades y pueden ser una buena opción para invertir, siempre y cuando tengas muy presente si tu perfil encaja con este tipo de inversiones y tomes las medidas oportunas para paliar el alto componente de riesgo que presentan.
Vamos a comprobar cómo los fondos de inversión en países emergentes pueden ayudarte en esta labor.
¿Qué son los países emergentes?
Se les llama países emergentes a aquellos que se encuentran en vías de desarrollo, por tanto, han pasado de una situación de subdesarrollo (basada en la economía de subsistencia) a una progresiva industrialización y crecimiento de su comercio, tanto interior como exterior.
Sus características son las siguientes:
Estos países requieren de una gran inversión para poder llevar a cabo sus planes de desarrollo.
Son grandes receptores de inversión extranjera.
Utilizan cada vez más la tecnología.
Su estructura productiva sufre importantes cambios.
El sector primario todavía tiene un fuerte peso en la economía.
Tienen un rápido crecimiento.
Su mercado interior está en constante desarrollo y el consumo gana cada vez más peso.
Comienzan a internacionalizarse, a pesar de que no tienen una fuerte dependencia de los mercados exteriores.
Cuentan con una gran población, además, en edad joven (mucho más que en las economías desarrolladas).
Al hablar de países emergentes también nos referimos a economías emergentes y mercados emergentes: aquellos que pueden suponer una gran rentabilidad en nuestras inversiones (potencial de crecimiento). En sí mismos, los mercados emergentes son una fuente de oportunidades, pero son inestables y tienen un riesgo superior al que puede presentar una economía madura.
Existen otros países menos desarrollados que los llamados emergentes, sin llegar a tener un nivel de subdesarrollo: se denominan países frontera.
Según MSCI (creador de índices de referencia), son países emergentes:
América: Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
Europa: República Checa, Grecia, Hungría, Polonia, Rusia, Turquía.
Asia: China, India, Indonesia, Corea, Malasia, Filipinas, Taiwán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
Ventajas e inconvenientes de la inversión en economías emergentes Si atendemos a las características de los países emergentes que hemos citado, encontraremos una serie de factores que hacen interesante invertir en ellos: En muchas ocasiones, estos países cuentan con recursos naturales (oro, petróleo, materias primas agrícolas, etc.). Tienen capacidad de trabajo, debido a que cuentan con población joven. Esto favorece a su industrialización y, a su vez, propicia el aumento del consumo.
Debido al aumento del consumo, los mercados emergentes tienen un gran potencial de rentabilidad. Lo que a su vez atrae más inversión extrajera para potenciar su desarrollo.
Tenemos dos componentes importantes para un PIB saludable: consumo e inversión. Pero la ecuación puede ser más completa si sumamos unas exportaciones crecientes.
La mejora continua en la productividad y la integración progresiva de la tecnología acelera aún más su ritmo de crecimiento. Por otra parte, las inversiones en mercados emergentes no son adecuadas para todos los perfiles; presentan una gran cantidad de riesgos e inconvenientes:
Inseguridad jurídica: algunos países emergentes no tienen una adecuada regulación en materia financiera, pueden no contar con un sistema de gobierno transparente ni unas normas civiles y mercantiles bien desarrolladas.
Inestabilidad política: lo que provoca cambios en la legislación que afectan a los negocios y las inversiones extranjeras.
Tipos de cambio: suelen tener unas divisas débiles, altamente oscilantes. Lo cual pone en peligro la rentabilidad conseguida.
Riesgo de liquidez: puede darse el caso de no encontrar la contrapartida necesaria al invertir en países emergentes, provocando una sustancial variación de precios en la compraventa de activos financieros.
Inflación: el constante y creciente crecimiento económico, si no está bien gestionado mediante las políticas monetarias y fiscales oportunas, genera un alto riesgo de inflación. Ante esta situación, la moneda local perderá valor y las inversiones serán menos rentables por el efecto del cambio de divisa.
¿Es una buena opción invertir en países emergentes?
Una vez analizadas las claves del potencial de rentabilidad que tienen los mercados emergentes, así como sus principales riesgos (al margen del riesgo individual de los propios activos), cabe preguntarse si es una buena idea destinar capital a este tipo de inversión.
Como suele suceder en las inversiones financieras, todo es relativo al perfil de inversor: si se tiene poca tolerancia al riesgo, no sería una buena opción invertir en emergentes.
En todo caso, sí que podría ser una buena decisión para un inversor medio con un perfil un tanto dinámico destinar una pequeña parte de su cartera global a este tipo de inversiones, siempre y cuando se reduzcan y controlen los riesgos.
¿Cómo podemos mitigar los riesgos de los países emergentes y aprovechar sus ventajas?
Está claro que la única forma es diversificando:
Diversificando nuestra cartera global con otro tipo de inversiones.
Diversificando entre activos de renta fija y renta variable en países emergentes.
Diversificando las zonas geográficas.
En definitiva, invertir en una determinada emisión de deuda de cualquier empresa o país emergente, tiene un alto nivel de riesgo. No obstante, configurando una cartera diversificada de países, activos y emisiones, el riesgo quedaría mitigado. Además de ello, es difícil para el inversor medio atender a los cambios económicos a los que están sometidos estos países, se debería contar con un gestor especializado.
Existen varios medios para llevar a cabo este tipo de inversiones, sin embargo, a través de fondos de inversión en países emergentes, se solventan muchos de sus inconvenientes. En concreto, esto se consigue si instrumentamos nuestra inversión a través de fondos:
La diversificación que buscamos.
Una gestión profesional de la cartera.
Ventajas fiscales.
Fondos de inversión en países emergentes.
Existen muchas clases de fondos de inversión en países emergentes; aquellos cuya cartera está compuesta por activos de renta fija, de renta variable e incluso mixtos, pero todos tienen en común que los activos pertenecen a estos países.
Existen muchos fondos de inversión en países emergentes, con estrategias distintas, acordes a múltiples perfiles de riesgo y preferencias de inversión.