Resiliencia, según la RAE es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Tenemos claro que el 2020 ha sido un año de estado o situaciones adversas, esa es la base para crear una “metodología de lo obvio”.
En el último análisis de Gartner Business Quartely, se puede leer:
Resilience Is an Urgent C-Suite Priority
The pandemic has magnified the importance of resilience as an enterprise wide capability. See how leaders can strengthen the ability to withstand and rebound from disruption.
Una “metodología de lo obvio” es una habilidad estratégica del parasitrón, consiste en utilizar un término que esté de moda en un espacio temporal determinado para justificar cualquier cosa mostrando artículos, como el anteriormente citado, como referencia irrefutable de su estrategia definitiva, que a la postre solo consiste en repetir hasta la saciedad el término de moda, en nuestros días resiliencia.
Ahora la capacidad de adaptación ante situaciones adversas es una prioridad pero ¿es ahora o siempre lo ha sido?. Todos somos buenos capitanes con el viento a favor, una buena tripulación y un gran barco. Demostrarlo en una tempestad con un cascarón y un par de marineros de dudosa capacidad es algo diferente.
Esta metodología se basa en casi todos los sesgos cognitivos para asegurar su éxito. Es por eso que la denomino ”de lo obvio” porque todos podemos comprenderla sin mas, sin ningún esfuerzo cognitivo. Los sesgos cognitivos que refuerzan la estrategia del parasitrón son:
Sesgo retrospectivo o sesgo a posteriori: es la inclinación a ver los eventos pretéritos como predecibles. “Tenemos que estar preparados para que no vuelva a suceder” estas frases que parecen encerrar conocimiento y no son mas que obviedades vacías. Parece que nos invitan a tener la capacidad de predecir lo impredecible simplemente porque ya lo hemos vivido. La paradoja es que, si es impredecible ¿Cómo podemos estar preparados para algo que no podemos saber qué es? Gasten unos cientos de miles en consultoras, compren unas cuantas soluciones tecnológicas y finalmente permitan que el mismo equipo repita los mismos errores ¿Qué puede salir mal?
Sesgo de correspondencia, denominado también error de atribución: es la tendencia de hacer excesivo énfasis en las explicaciones fundamentadas, comportamientos o experiencias personales de otras personas. Quizá sea de los que más me gusta y quizá sea porque lo utilizo a propósito con bastante frecuencia. Cada cita de un hombre de éxito, cada historia de otra empresa aplicada a la nuestra, cada vez que el énfasis es lo único que se tiene, este sesgo nos produce una falsa sensación de confianza. Ya lo dijo Stephen Hawking "La inteligencia es la habilidad de adaptarse al cambio" luego, si ahora nuestra preocupación es adaptarnos al cambio, al cambio adverso, ser resilientes ¿antes qué éramos? Si no nos adaptábamos al cambio ¿no éramos inteligentes? quizá este silogismo explique muchas cosas.
Sesgo de confirmación: es la tendencia a investigar o interpretar información que confirma preconcepciones. O dicho de otro modo, solo leer o investigar lo que confirme mi teoría, no sea que la discrepancia mine mi confianza. Solo las voces que opinan lo mismo que yo son las voces autorizadas.
Sesgo de autoservicio: es la tendencia a reclamar más responsabilidad por los éxitos que por los fallos. Se muestra también cuando la gente tiende a interpretar como beneficiosa para sus propósitos información ambigua. Si la empresa ha caído un 80% pero el negocio online creció un 15% la conclusión es clara, el online es el futuro. Nada tiene que ver que en la pandemia las compras online en general creciesen un 23%, según los datos del CIS.
Sesgo de falso consenso: es la tendencia experimentalmente corroborada de creer que las propias opiniones, creencias, valores y hábitos están mas extendidos entre el resto de la población de lo que realmente lo están. Este sesgo se resume en grandes frases como "todo el mundo lo hace así", y lo damos por bueno sin pensar cómo llegó esa persona a conocer a todo el mundo. Si todo el mundo tiene la capacidad de ser resiliente, o sea la capacidad de tener la capacidad de adaptarse ¿de qué me preocupo? ya éramos resilientes y no lo sabíamos.
Sesgo de memoria: es un sesgo cognitivo que mejora o deteriora la rememoración de un recuerdo (ya sea la probabilidad de que el recuerdo sea rememorado, o la cantidad de tiempo necesario para que esto ocurra o ambos), o que altera el contenido de un recuerdo reportado. Cualquier pequeño éxito durante la pandemia, como la capacidad de teletrabajar en pleno siglo XXI, será recordado como un hito de la adaptación y cómo no de la resiliencia. Aunque sea algo que debía estar superado hace años por la propia inercia de la tecnología, ahora se recordará no como una falta de adaptación sino como un ejemplo. Por eso hablamos de capacidad, la capacidad existía lo que no existía era la necesidad o las ganas.
Como conclusión, la resiliencia se estudia en psicología y me encantaría saber cuántos ejecutivos de C-level han leído un libro de psicología alguna vez, les recomiendo "Pensar rápido, pensar despacio" de Daniel Kahneman; y después si queréis hablamos de resiliencia en 2021.
Para los visionario de C-Level tecnológico les dejo otra recomendación. "Chaos Engineering", este libro ha sido reeditado actualmente cambiándole el subtítulo a "System Resillience in Practice". Para que no tengáis ninguna duda de que habla de lo que os interesa, aunque la primera edición es del 2017 y lo mismo en tres años nos debía haber dado tiempo de poner algo en práctica, es lo que debería ser la propia inercia tecnológica. Si los parasitrones no se encargasen de realizar lo que mejor se les da "Un discurso innovador para una realidad arcaica".
Mientras tanto les dejo la estrategia resiliente del parasitrón resumida en este video, alguien se adaptó al cambio adverso y los parasitrones siguieron con su transformación digital resiliente:
Feliz 2021, que los parasitrones solo existan en mi imaginación.
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